Viaje, Vino Y Birra
Ahhh, y también algo de futbol!
Sábado a la mañana, Buenos Aires vestida de gris, no sé si por el clima, por el futuro incierto de nuestro querido River, o tal vez el cielo mostraba su tristeza porque se veía poco entusiasmo en la gente, pocas ganas de viajar a la tierra del buen vino, para mendigarle un poco de alegría a esa banda Roja que nos quita el sueño.
Tres de mis amigos se juntaron para cruzar a lo ancho el país acompañando a River, Dieguito ‘’El Gigante’’, Nico ‘’El rubio’’ y Maku ‘’El Viejo’’ (que de viejo no tiene nada),… los tres partieron con la alegría de siempre, esa que se siente en la piel cada vez que juega el Millo, o mejor dicho, cada vez que intenta jugar.
Sin saber que los observaba desde arriba, emprendieron solos el viaje, los tres en el auto fantástico de Dieguito llevaron a Mendoza la esperanza de muchos de los que quedaron acá!, algunos no fueron porque el caprichoso horario de las 21.30 hs, no les daba la posibilidad de volver a su trabajo, otros porque el viaje es largo y costoso, y otros porque….. Quien sabe por qué! (Fueron muchos los que no fueron!).
Así con sus ganas de siempre, los dos pibes de ‘’River desde la tribuna” junto al infaltable grandote, se fueron alejando de la ciudad, y comenzaron el cruce de ese interminable campo sembrado de dudas, desde arriba se podía ver como siempre ocurre cada vez que juega River, se sumaban a la ruta autos cargados de hinchas que aparecían en cada rotonda, nuestros colores siguen convocando, y especialmente Mendoza se viste de rojo y blanco cada vez que llega la banda.
Poco a poco fueron llegando, se hospedaron en un sencillo y cálido hostel llamado ‘’Damajuana” ya tenían en sus caras la sonrisa que produce un encuentro con amigos de la banda, sin perder tiempo, y sin saber que yo los estaba viendo, comenzaron también a hacerse amigos de las copas, y tan amigos se hicieron, que fueron a dormir con ellas, y al levantarse, aún las tenían puestas, y sobre todo Nico, que si bien se notaba que sabe beber, también se notaba que sabe beber bastante.
Después de una noche de amigos y etilismo, la realidad económica les dio un duro golpe!, con precisión casi milimétrica, vino la mucama a las 8 de la mañana! y solicitó que hagan el ‘’chek out” de la pieza, saltaron al mismo tiempo los 20 ocupantes de las 10 camas marineras, algunos de ellos aún no pudieron encontrar el piso, ya que siguen volando por el efecto del vino mendocino y de la infaltable cerveza que los acompaña en cada viaje .
Recién en ese momento comenzaron a conocerse entre sí,… allá sí que estaba River!, No discutieron de política, no hablaron de candidatos, todos habían ido por la camiseta, esa que te lleva, que te atrapa, y que a veces te hace perder un poco la razón sin que haya birra de por medio, pibes de Rosario, de Tucumán, de la filial de River de chile! De San Miguel, de Ramos Mejía, de Morón, eran como 150 los que habían pernoctado en el “Damajuana’’, y a esa altura de la mañana, creo que ya le habían cambiado el nombre, porque estos pibes se la habían tomado toda!, así, después del forzoso ‘’checau’’, con el permiso y la buena onda de los dueños del lugar, se afincaron en la pileta para calmar los 30 grados que marcaba la canícula y para aclararse un poco la cabeza, mas tarde fueron hacia las parrillas para completar el poco espacio que les quedaba en el estómago, con el infaltable Asado y… bueno del alcohol prefiero no dar más detalles, …ya de sobremesa, algunos se fueron a jugar al ping pong, , y aunque ni vieron la pelotita!, todos se divirtieron en esta previa riverplatense de alma.
Tan grande es la convocatoria internacional de River, que allá pude ver un par de Guatemaltecos, (Padre e hijo), que vinieron al país para ver a River, son Hinchas ¡Desde Allá!, no son Argentinos, ni tienen parientes en nuestro país!, solo son locos como vos, como estos pibes, como yo, se llaman José y Orlando Valdés vinieron a nuestro país, no para ver el mar, ni la montaña, ni los lagos, ni las selvas…vinieron a ver a River solo a eso!. Ya siendo las 7.30 de la tarde, todos partieron en caravana, salieron de Villanueva al 200, tomaron la avenida Las Heras y recorrieron las 25 cuadras que los separan del estadio, allá se encontraron con los de siempre, con los pibes de la barra, con el siempre presente Marcel o X, su amigo Panter, y muchos de los ‘’bandereros’’ que siempre se acercaron a la radio, a contarnos sus aventuras rojas y blancas.
Comenzó un partido más, con un rato de buen juego, y otro rato más largo donde nuestros muchachos se pelearon con la pelota, y se quedaron entre la impotencia y la falta de confianza, para volverse de Mendoza con un solo punto de sabor amargo.
Así es River, así son sus hinchas, siempre estarán donde tienen que estar, soñando, riendo, festejando, o alimentando una fantasía que saben que alguna vez se hará realidad.
‘’El Duende’’
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